¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral es un término médico para definir la sensación de cansancio, debilidad o la falta de vitalidad y energía para llevar a cabo nuestra rutina diaria.
Como su nombre indica, suele darse en primavera debido al cambio de estación; del invierno al verano, y su consecuente aumento de las temperaturas.
Es algo muy común, de hecho según algunos estudios, cada año la sufre alrededor del 2% de la población.
En cualquier caso, hay que decir que se trata de algo leve y pasajero, por lo que no debemos preocuparnos.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?
Antes de nada, es importante señalar que no es un trastorno grave. Se trata sobre todo de una dificultad adaptativa de algunas personas al cambio de estación.
Dicho esto, quienes la padecen, suelen tener síntomas leves durante un corto periodo de tiempo que puede variar entre dos y tres semanas. O lo que es lo mismo, el tiempo que el organismo tarda en adaptarse al cambio de tiempo.
Los síntomas más frecuentes de la astenia primaveral son:
- Cansancio generalizado
- Fatiga muscular
- Dificultad para concentrarse
- Posibles alteraciones en el sueño
- Tristeza sin aparente causa
- Dolor de cabeza
- Irritabilidad
- Posible falta de apetito
Consejos para hacer frente a la astenia primaveral.
Existen unas pautas que pueden hacer más llevadero este fenómeno y que además son muy sencillas de llevar a cabo.
- Estar bien hidratados: puede sonar a tópico, pero algo tan sencillo como beber agua de forma frecuente es siempre beneficioso. Lo ideas es beber 2 litros de agua al día, además si lo prefieres también puedes optar por beber en forma de infusiones, zumos o sopas.
- Hacer ejercicio: realizar una actividad deportiva ayuda a nuestro cuerpo a liberar tensión, estimula la producción de endorfinas (nos hace sentir más positivos) y favorece el sueño y el descanso.
- Descansar adecuadamente: es aconsejable dormir 8 horas al día y cenar ligero, al menos 2 horas antes de la cena, para hacer la digestión y tener un sueño reparador.
- Sigue unos horarios y hábitos de vida saludables: por ejemplo hacer 5 comidas al día o llevar unos horarios para las comidas y descanso fijos.
- Evita sustancias estimulantes como el tabaco, el alcohol y el café. Las infusiones pueden ser una buena alternativa.
- Ayuda a tu organismo con productos naturales: existen alimentos y plantas que pueden actuar de forma positiva en nuestro organismo proporcionándonos energía.
- Jalea Real: su consumo alivia la sensación de fatiga y aumenta el rendimiento físico. Por eso, se le atribuyen propiedades beneficiosas en casos de sobrecarga física y mental, en los cambios de estación o en los estados asténicos y de cansancio. Igualmente, la miel resulta también un alimento ideal para ello.
- Gingeng: es una planta a la que se le atribuyen la virtud de aumentar la vitalidad. Por eso, resulta beneficioso en casos de astenia, fatiga, estrés y el agotamiento físico y mental.
- Plantas depurativas: como la cola de caballo, ayuda también a eliminar sustancias tóxicas que pueden contribuir a reducir la vitalidad del organismo.
- Vitamina C: existen alimentos muy conocidos como las naranjas, mandarinas, kiwi, fresas, grosella negra o los pimientos (sobre todo el rojo) que son ricos en vitamina C y están al alcance de tu mano. Integra estos alimentos en tu rutina alimentaria.
En definitiva,la astenia primaveral no es grave pero sus síntomas pueden resultar molestos y afectar al rendimiento de nuestro día a día.
Por eso, trata de incorporar estos consejos en tu rutina para hacerle frente a la astenia primaveral y… ¡que nada te pare!
Con sencillos hábitos, su salud te lo agradecerá y serás capaz de mejorar tu rendimiento también en primavera.
Y tú, ¿sientes alguno de estos síntomas en primavera?
¿Qué haces para combatirlos?